Muchas personas gustan aprovechar los nuevos ciclos del calendario para realizar cambios importantes en sus vidas. Aunque en realidad se pueden realizar cambios durante cualquier época, es durante el inicio de un nuevo año el tiempo preferido de la gente para adoptar nuevos hábitos. Algunas razones probables son que las personas se sienten acompañadas por muchas otras que deciden realizar cambios en esta época, o debido al remordimiento por los excesos cometidos durante los festejos de Navidad y Fin de Año.
El hecho es que en esta época, los gimnasios suelen estar abarrotados con personas que intentan recuperar lo perdido (o perder lo ganado) durante el año anterior. Esta es también una época donde la gente usualmente comienza nuevas dietas alimenticias o intenta dejar hábitos perjudiciales como fumar o beber alcohol.
Sin embargo, son realmente pocos quienes pueden lograr crear cambios permanentes en sus vidas. Lamentablemente, la gran mayoría no superará los dos primeros meses con sus buenas intenciones y terminarán abandonando sus propósitos.
¿Qué hacer para no abandonar tus propósitos de año nuevo?
Para adoptar un nuevo hábito se requiere de voluntad, pero la voluntad no dura mucho, y cuando esta se agota, también se termina la energía necesaria para crear un cambio duradero. Por otra parte, es necesario aprovechar el gran impulso temporal que te brinda la voluntad para crear condiciones propicias para la instalación permanente del nuevo hábito.
Por ejemplo, en lugar de utilizar la voluntad para aguantarte las ganas de comer alimentos repletos de carbohidratos y grasa, es mejor aprovecharla para eliminar de tu cocina toda la comida poco saludable que se encuentren a tu alcance, y llenar tu alacena con alimentos que sí ayudarán a tu salud. De esta forma, cuando tengas antojo de comer algo, los alimentos saludables estarán mucho más al alcance de tu mano.
Es importante también no poner demasiada presión en tus propósitos. En lugar de ponerte el objetivo de hacer ejercicio durante todo un año, es mejor establecer un objetivo más a tu alcance, por ejemplo: «caminar una hora diariamente durante 30 días». Incluso, si 30 días se te hace un reto demasiado grande, puedes «bajar un poco la vara» y establecer sólo 10 ó 15 días. Eso sí, es muy recomendable que sean todos los días continuos, sin saltarte uno solo.
Si logras realizar una actividad de forma disciplinada durante 30 días seguidos, será mucho más difícil que la abandones el día 31, y por el contrario, es mucho más probable que llegues mucho más adelante con tu cambio de hábito. 30 días serán suficientes también para obtener algunos resultados y para determinar si este cambio realmente te conviene.
Aunque el inicio de año es una buena etapa para iniciar cambios importantes en tu vida, es más importante que te prepares aprendiendo cómo fortalecer tu disciplina personal, para lograr que los cambios que realices sean duraderos.
Espero que este 2014 sea un año de muchos éxitos para ti.
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