La transa es lamentablemente un mal que ha acompañado a nuestra cultura desde hace muchos siglos, en muchas ocasiones mezclada con otros vicios como la corrupción, el influyentismo, etc. que se han incrustado en las sociedades, de tal forma que en ocasiones pueden llegar a ser percibidos como comportamientos «normales o regulares».
Es tal la penetración de este tipo de comportamientos, que no es poco común que escuchemos por parte de algún amigo o familiar que resultó «beneficiado» utilizándolos: «conseguí el puesto porque soy muy amigo del director de la empresa.», «Le compré este nuevo iPhone 5 a mitad de precio a un tipo en la calle…», «para aprobar la clase de cálculo solo le llevé un regalo al maestro», «la multa era de $1000 pesos pero le dí $500 al oficial de tránsito».
Entre mi propio círculo social, hay incluso personas que presumen de conseguir cosas utilizando estos métodos. Yo mismo no he estado exento de comportamientos similares en algún momento, comprando algún CD o DVD «de bajo costo», o cosas por el estilo. Lo cierto es que estos beneficios de corto plazo, con el tiempo pueden tener consecuencias negativas de gran magnitud.
Por ejemplo, cuando compramos un CD pirata, sin darnos cuenta, es posible que estemos financiando a algún grupo criminal que además de dedicarse a la piratería de música, probablemente también se dediquen a la clonación de tarjetas de crédito, al robo, extorsión, etc.
Supongamos que compras un teléfono celular de dudosa procedencia. Probablemente no sabes que es robado, probablemente no te interesa su origen o probablemente no lo quieras saber. O tal vez eres de los que dicen «de cualquier forma alguien más se lo iba a comprar». La anterior por supuesto es una excusa estúpida, porque en el fondo sabes que lo que hiciste está mal, por más que trates de convencerte de lo contrario…
Ahora, ¿que pasa después de que conseguiste la ganga con el celular? Bueno, el tipo obtuvo dinero fácil, por supuesto arrebatándole un bien a alguien más. Lógicamente tú te conviertes en cómplice dado que también obtuviste un beneficio de ese robo. Pero la cosa no termina ahí… Además de entregar tu dinero a delincuentes, les estás dando un incentivo para que sigan robando y paradójicamente, la próxima víctima pudieras ser tú.
El ejemplo más ridículo es lo que sucede en lugares como el famoso mercado de Tepito en la ciudad de México. Las personas van a ese lugar porque saben que pueden conseguir cosas más baratas que en otros lugares. Mucha de la mercancía que se vende ahí, se sabe que es robada, pirateada, etc. Sin embargo, la mayoría de la gente pasa por alto este hecho y llega y compra las cosas que necesita. Lo peor de todo es que muchos de los clientes que van a ese lugar se regresan con las manos vacías, víctimas de algún robo. Es como el tipo que va a comprar una llanta nueva de refacción y cuando regresa a su auto, las otras cuatro llantas ya no están en su lugar. Es una situación que, además de real, es tan patética que raya en lo ridículo. Todavía después de pasar por algo así, habrá muchos que vayan por el desquite…
La Transa en los Negocios.
Aunque algunos piensen lo contrario, la transa es la peor estrategia de negocios que puede existir. Es cierto, que en el corto plazo se pueden llegar a obtener algunos beneficios importantes para quienes son hábiles haciendo trucos o «movidas chuecas», sin embargo, la suerte no durará por mucho tiempo.
Yo siempre he visto que en los servicios domésticos hay oportunidades de oro para hacer negocios, sin embargo, el principal problema con la mayoría de las empresas y personas que se dedican a realizar esas actividades es su falta de profesionalismo. Ya sea que hablemos de plomeros, albañiles, electricistas, pintores (de brocha gorda), etc. es sumamente difícil encontrar a alguien confiable para contratar y llevarlo a realizar estos trabajos en tu domicilio.
Lo típico es que realicen bien los primeros dos o tres trabajos, pero casi como regla general, después de eso comienzan los problemas: impuntualidad, trabajos mal terminados, anticipos no regresados, estafas, etc.
Tener éxito en los negocios no es fácil, pero fracasar si lo es. Y la transa es un ingrediente seguro para el fracaso.
Hace un rato le pedí a un amigo, el teléfono de un técnico que me había recomendado hace un par de años. Lo contraté en dos ocasiones y la verdad hizo un trabajo aceptable, sin embargo por algún motivo, extravié su teléfono. El asunto es que cuando le pedí nuevamente el número telefónico a mi amigo, esté me informó que en los últimos meses, él y un par de sus familiares tuvieron problemas con ese técnico. Obviamente la conversación terminó ahí porque ya no me interesó tomar el número de esta persona y mucho menos contratarlo nuevamente.
Se dice que cuando haces un buen trabajo, o vendes un buen producto o servicio, probablemente tu cliente te pueda recomendar con un par de amigos o familiares, sin embargo cuando lo haces mal, es casi seguro que el cliente lo comentará con por lo menos 10 personas de su círculo social.
Los errores ocurren ocasionalmente, sin embargo, si tu estrategia de negocios es aprovecharte de tus clientes, te garantizo que tu negocio durará muy poco o tu éxito será bastante limitado, sin mencionar tu nivel de satisfacción ni el estado de tu conciencia.
Las consecuencias de la transa para las personas
Estas pequeñas acciones de deshonestidad individuales, se convierten en verdaderas catástrofes económicas y sociales para los países cuando se acumulan a gran escala. Es un interminable círculo vicioso que termina por dañarnos a todos.
En el caso de los individuos:
Compro un artículo robado -> doy financiamiento a delincuentes -> los delincuentes siguen robando -> sigo comprando cosas robadas -> me roban a mi -> tengo problemas legales -> enseño estos hábitos a mis hijos -> los robos generan asesinatos -> hay más personas perjudicadas…
En el caso de los negocios:
El proveedor entrega servicios deficientes -> los clientes reciben poco valor por su dinero -> el proveedor estafa a un cliente -> el cliente pierde su dinero -> el proveedor es demandado -> el proveedor soborna al juez -> el cliente aprende que la mejor forma de hacer las cosas es transando -> el proveedor sigue con sus actividades deshonestas mientras pueda -> debido a su desprestigio su negocio no va bien, etc. etc. etc.
Si esto se multiplica miles o millones de veces, los resultados serán por supuesto economías nacionales débiles, corrupción a gran escala, niveles de vida bajos, crimen narcotráfico, y todos los males de los países subdesarrollados.
El antídoto para la transa
Afortunadamente una gran cantidad de personas son conscientes de los perjuicios de la cultura de la transa, y la rechazan, o por lo menos tienen ciertos límites morales que los contienen de acercarse a los extremos.
El antídoto para la transa es una forma de comportamiento completamente opuesta: la honestidad y el servicio a los demás. Entre más personas se apeguen a los principios y valores fundamentales de la convivencia entre los seres humanos, nuestras perspectivas de éxito y felicidad serán incrementales.
hola ..saludos de lima – Peru.. muy buen articulo lo lei hasta el fianl y me agrado gran parte de lo que expresas es la realidad de nuestra sociedad..muchas veces se obta por lo facil ..y a su vez somos complices de una o otra forma..en la vida hay que tener valores..y lograr nuestras metas por el medio correcto aunque demores pero llegaras a la meta..
Gracias por tu comentario Leoncio. Desafortunadamente esta es uno de los principales factores del pobre desarrollo de nuestros países latinoamericanos..