Auto-motivación – ¿Como Mantenerme Motivado?

Seguramente has notado que tu productividad, en cualquier cosa que hagas, no siempre es la misma, y tiene altibajos constantes, con períodos de muy alta productividad, para luego descender a otros períodos donde la productividad es mucho menor y en ocasiones raquítica.

¿Cómo se puede explicar que tu productividad tenga esos períodos altos y bajos si consideras que tus habilidades, capacidades y recursos necesarios para realizar tu trabajo son poco variables o tienden a mejorar con el tiempo y la experiencia acumulada?

La respuesta a los niveles variables de la productividad normalmente se encuentra en los niveles de motivación personal o grupal.

Para ejemplificar esto de forma más clara te sugiero realizar este sencillo ejercicio:

Por favor responde a lo siguiente:

• ¿Recuerdas como estaba tu nivel de productividad cuando lograste obtener ese primer empleo anhelado, ese ascenso laboral o el anterior aumento de sueldo?
• ¿Recuerdas que tan productivo fue ese día en que recibiste un reconocimiento por tu trabajo?
• ¿Que tan productivo fue el día en que tuviste problemas familiares o económicos?
• ¿Qué tan productivo es el trabajo en tu oficina o taller cuando todos se llevan bien? ¿…y cuando tienen problemas para comunicarse?

El nivel de motivación personal es un gran catalizador para la productividad. La motivación se acompaña normalmente de estados de paz interior, tranquilidad, entusiasmo y deseos por alcanzar objetivos, los cuales son indispensables para obtener altos niveles de productividad. La tristeza, la depresión, la molestia y el desaliento son por el contrario, factores que provocan el descenso en la productividad personal.

Muchas personas podrán pensar que los altibajos en la productividad son inevitables, ya que por la misma naturaleza de la vida, en ocasiones tenemos razones para motivarnos y en otras ocasiones se presentan eventos no deseados que contribuyen a bajar nuestros estados emocionales, lo cual nos vuelve menos productivos; y probablemente tienen razón. En el corto plazo estos bajones en la productividad pueden ser bastante justificables, comprensibles e inevitables, ya que las personas necesitamos de un tiempo mínimo para adaptarnos a las nuevas condiciones derivadas de cualquier cambio que se presente; sin embargo, alargar demasiado los períodos de tristeza, depresión o baja motivación es bastante peligroso, ya que puede acarrearnos aún más problemas y motivos para deprimirnos, lo cual puede conducirnos a círculos viciosos interminables.

La solución al problema anterior es evitar que sean únicamente los factores externos los que determinen nuestros estados de ánimo. Nosotros mismos podemos influir de forma determinante en nuestros estados de ánimo o en la duración de los mismos. Para lograr esto, es necesario realizar ciertas actividades, probablemente cambiar o establecer algunos hábitos, o eliminar algunos otros.

¿Cómo hacer que nuestra motivación se genere desde el interior?

Existen varias cosas que puedes hacer para mantenerte con estados saludables y convenientes de motivación. Cada persona puede automotivarse de formas variadas y diferentes, pero existen algunas formas que funcionarán con la mayoría:

• Define una misión o propósito personal. Conocer nuestro propósito de vida es elemental para alcanzar un estado de motivación de largo plazo. La misión personal ayudará a darle claridad y un rumbo definido a tu vida, de forma que en cualquier momento sabrás si alguna acción o decisión que tomes está alineada hacia ella. Puedes aprender a descubrir tu misión personal consultando el artículo: La Misión Personal.
• Consíguete un socio o un equipo de trabajo. El éxito no sabe igual si te encuentras solo, lo mejor de alcanzar logros importantes es poder compartirlos con otras personas. Además, sabemos que los equipos de trabajo bien organizados normalmente logran resultados superiores a la suma de los esfuerzos individuales. Por otro lado, saber que tienes el apoyo de otras personas decididas a alcanzar el mismo objetivo es altamente motivante.
• Lee de forma constante. Existen innumerables lecturas que además de ayudar a instruirte y educarte pueden inspirarte y ayudarte a lograr estados de ánimo positivos y perfectos para la alta productividad.
• Celebra los pequeños triunfos. No te obsesiones por los grandes triunfos. Aunque es importante establecer objetivos ambiciosos, también es necesario celebrar los pequeños logros. Alégrate cuando consigas objetivos intermedios y aprovecha para evaluar el progreso general.
• Renueva tu lado espiritual. Todas las personas necesitamos tener aliados o un lugar en el que podamos sentirnos seguros aún en los momentos más complicados. Si tienes Fé en algo o alguien, mejora tu relación y tu conexión con ese alguien, agradeciendo por todo lo bueno que tienes.
• Ordena tu vida. Es muy complicado sentirse motivado cuando se tiene una vida desordenada. Si tienes problemas económicos, haz un plan para corregirlos. Si tienes problemas de salud, ve al médico, aliméntate bien o haz ejercicio. Si tienes problemas en tus relaciones con los demás, arréglalos. Resolver un problema importante comúnmente ayuda a que los demás problemas se hagan menores o más fáciles de resolver. Por supuesto, tener una vida tranquila y satisfactoria ayudará enormemente a mejorar tu motivación y tu productividad.

No se pretende que las ideas anteriores sean soluciones infalibles y que mantengan tu motivación al 100% las 24 horas todos los días, ya que es necesario darse tiempo para todo, incluso para sentirse triste, sin embargo, es necesario ser consciente de que la principal fuente de motivación debe provenir del interior y que eres capaz de modificar tus estados de ánimo en cualquier momento.